Inteligencia artificial en salud pública

Inteligencia artificial en salud pública

Inteligencia artificial: el futuro de la Salud Pública

La inteligencia artificial de la salud pública está transformando la salud de la comunidad al mejorar la detección de enfermedades, la predicción de riesgos y la prestación de atención médica. Ofrece estrategias para resolver desafíos de salud complejos mediante análisis predictivos y reconocimiento de patrones. Estos enfoques están dando lugar a terapias más personalizadas y eficaces. A medida que avanza la inteligencia artificial, tiene el potencial de transformar la salud pública al mejorar los resultados y promover la equidad en la atención médica. Sin embargo, es fundamental que las aplicaciones de IA beneficien a todos los segmentos de la sociedad.

Monitorización de enfermedades con inteligencia artificial

La inteligencia artificial (IA) está transformando el sector sanitario, especialmente en el ámbito de la monitorización de enfermedades. Los sistemas de IA se están utilizando para mejorar la atención médica mediante el aumento de la precisión del diagnóstico, la predicción de los resultados de los pacientes y la adaptación de los enfoques de tratamiento. Por ejemplo, los algoritmos de IA pueden evaluar las imágenes médicas de forma más rápida y precisa que los profesionales humanos. De esta manera, se ayuda en el diagnóstico precoz de enfermedades como el cáncer. Además, las tecnologías impulsadas por IA se están utilizando para la evaluación de riesgos, identificando a aquellos que están en riesgo de enfermedades como las enfermedades cardíacas antes de que aparezcan los síntomas.

De hecho, este enfoque proactivo de la atención médica, con la ayuda de la IA, no solo mejora los resultados de los pacientes, sino que también tiene el potencial de ahorrar gastos de atención médica y mejorar la salud de la comunidad en general. La IA también puede ayudar con el manejo de enfermedades crónicas. Además, recordar a los pacientes que tomen sus medicamentos y vincularlos a las pruebas y tratamientos adecuados. A medida que avanza la inteligencia artificial, promete mejorar la eficiencia de los servicios sanitarios y la calidad de la atención al paciente.

Salud pública, inteligencia artificial y predicción de riesgos

La inteligencia artificial (IA) está transformando la salud pública al mejorar la predicción de riesgos. La integración de la IA en la salud pública se ha visto acelerada por la necesidad de gestionar grandes conjuntos de datos. Las capacidades de la IA en el modelado espacial, la predicción de riesgos y el control de la desinformación han sido fundamentales en las respuestas de salud pública. Por ejemplo, la IA se ha empleado para pronosticar la propagación de enfermedades infecciosas. Puede ayudar en el rastreo de contactos y mejorar la precisión de los diagnósticos de salud. Además, se han desarrollado marcos de IA para identificar a las personas con alto riesgo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). La utilización de métodos avanzados de aprendizaje automático y técnicas de interpretabilidad de modelos se ha vuelto imperativa y popular.

Estas herramientas impulsadas por IA no solo facilitan la detección e intervención tempranas, sino que también ayudan a los funcionarios de salud pública a elaborar estrategias de detección específicas y a gestionar la salud de la población de manera más eficaz. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) están explorando aplicaciones de IA para mejorar la equidad en salud. Por ejemplo, el uso del aprendizaje automático para pronosticar las tendencias de sobredosis de opioides y mejorar la vigilancia sindrómica. Al aprovechar la IA, las autoridades de salud pública pueden maximizar la información de los datos para mejorar la detección, mitigación y eliminación de enfermedades, lo que en última instancia contribuye a mejores resultados de salud para las comunidades de todo el mundo.

Ética de la IA y derechos humanos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatiza la necesidad de incorporar la ética y los derechos humanos en el diseño e implementación de la IA en la atención médica, argumentando que la tecnología debe usarse para el bien sin poner en peligro la seguridad o la privacidad del paciente. La capacidad de la IA para interpretar volúmenes masivos de datos puede conducir a decisiones de salud pública mejor informadas. Pero también plantea preocupaciones sobre los prejuicios y la explotación de la información personal de salud. Como resultado, los sistemas de IA deben construirse de manera transparente, responsable e inclusiva.

Retos presentes y futuros

Sin embargo, el uso de la IA en la salud pública conlleva varios desafíos. Esto incluye la gestión de los problemas de privacidad de los datos, la garantía de la igualdad de acceso a la tecnología de IA y el mantenimiento de la confianza pública. Sin embargo, el reto fundamental al que se enfrenta la inteligencia artificial para la salud pública es la escasez de científicos de datos. Personas capaces no solo de crear algoritmos complejos, sino también de preparar, limpiar y construir el modelo de datos que se introducirá en los nuevos sistemas. Para comprobar la corrección de los algoritmos, estos expertos deben garantizar que los datos estén separados en conjuntos de trabajo y de prueba.

The Greener Week cree que para resolver todos los desafíos a los que se enfrenta la inteligencia artificial, las empresas y organizaciones deben adoptar un programa de gobernanza de datos. El programa debe establecer normas y procedimientos para proteger los datos e identificar a quién son sus propietarios. La gobernanza de datos puede descubrir brechas de recursos y ayudar con el proceso de contratación de científicos de datos. Esta iniciativa debe incluir tecnólogos, científicos de datos y ejecutivos en su trabajo crítico.

Conclusión

En el campo de la salud pública, la inteligencia artificial (IA) es una luz prometedora para la transformación. El uso de la IA en la salud pública ha demostrado ser fundamental para mejorar el diagnóstico de enfermedades, la evaluación de riesgos, la predicción de epidemias y la planificación de políticas sanitarias. A medida que avanza la IA, promete transformar los resultados de salud al permitir tratamientos más precisos y eficientes. Sin embargo, el uso de la IA en la salud pública debe realizarse con cuidado. De hecho, debe mantener las cuestiones éticas, la privacidad de los datos y la igualdad a la vanguardia de su implementación.

De cara al futuro, parece obvio que la inteligencia artificial desempeñará un papel cada vez más importante en la salud pública. La promesa de la IA no está solo en sus capacidades técnicas, sino también en su capacidad para cerrar las brechas en el acceso y la prestación de atención médica. Al utilizar la IA de forma ética, los profesionales de la salud pública pueden predecir y reaccionar mejor ante las emergencias sanitarias, adaptar los tratamientos a las necesidades individuales y, en última instancia, mejorar la calidad de vida de las comunidades de todo el mundo. El camino de la integración de la IA en la salud pública no ha hecho más que empezar, y será necesaria la cooperación, la creatividad y un firme compromiso con los valores de igualdad y justicia para garantizar que las ventajas de la IA lleguen a todas las personas, independientemente de su geografía o posición socioeconómica.

En futuros artículos, repasaremos los requisitos para trabajar como científico de datos, incluida la educación, la experiencia laboral y las habilidades.

Recursos

Inteligencia artificial y salud pública: un estudio exploratorio – PMC (nih.gov)

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